Chávez sentencia el hato El Frío
Aves de la reserva del hato El Frío, Venezuela Imagen: Agencias |
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Publicado: Miércoles, 10/3/2010 - 21:24
El Gobierno venezolano nacionaliza la valiosa reserva natural de los Llanos que dio a conocer Rodríguez de la Fuente para sembrarla de arroz.
El hato El Frío, la finca de los Llanos de Venezuela donde Félix Rodríguez de la Fuente rodó los capítulos más dramáticos de la serie sudamericana de «El Hombre y la Tierra», dedicados a la matanza anual de capibaras y al rescate de las anacondas atrapadas por la sequía, ha sido nacionalizado de forma expeditiva por el Gobierno de Hugo Chávez para transformarlo en tierras agrícolas (al parecer, para la plantación de arroz). El hato El Frío, propiedad de la familia Maldonado, fue pionero en la aplicación de los criterios de lo que hoy se designa como desarrollo sostenible, armonizando la explotación ganadera (hasta 40.000 cabezas de vacuno, más los últimos caballos cimarrones descendientes de los caballos criollos de la época colonial) con la conservación, la investigación científica, la educación ambiental y el turismo ecológico. La medida del Gobierno venezolano clausura de un plumazo la Estación Biológica gestionada desde 1974 por la ONG Amigos de Doñana, en colaboración con la Agencia Española de Cooperación Internacional, el comité español del programa Hombre y Biosfera (MaB) y la Fundación La Salle, cuyo personal fue obligado a abandonar las instalaciones en un plazo de dos horas. La expropiación afecta, igualmente, al hato El Cedral.
El hato El Frío pasará ahora a convertirse en una «unidad estatal de producción socialista», como parte de la ofensiva del Gobierno de Chávez contra el latifundismo y bajo la premisa de incrementar su productividad. Hace ya un año que el ministro venezolano de Agricultura y Tierras, Elías Jaua, preludiaba lo ocurrido al valorar que el hato, tal como estaba siendo gestionado, era «un baldío».
Los Llanos de Venezuela son un ecosistema de gran riqueza biológica. Se trata de una amplia extensión de sabana subtropical, salpicada de bosquetes (matas), que ocupa, aproximadamente, un tercio del país y cuyo paisaje sufre dramáticos cambios entre la estación seca (septiembre-febrero) y la húmeda (marzo-agosto). Las 66.000 hectáreas del hato El Frío constituyen uno de los principales refugios de la naturaleza llanera y de especies amenazadas como el caimán del Orinoco -reintroducido-, la nutria gigante o perro de agua, el jaguar o tigre americano y el delfín amazónico o boto. También viven aquí la anaconda, el oso hormiguero u oso palmero, el tapir o danta, el ocelote o cunaguaro, el mono aullador y la capibara o chigüire, el mayor roedor del mundo, que se explota para aprovechar su piel y su carne, una circunstancia que reflejó, en toda su crudeza, Félix Rodríguez de la Fuente en el documental «El rodeo de los chigüires». Más de 300 especies de aves habitan en la finca; abundan especialmente las garzas, las cigüeñas y los íbises.
La Estación Biológica cuenta con una Posada Ecoturística que recibe anualmente a unos 2.800 visitantes, en su mayoría venezolanos, alemanes y españoles, así como a unos 300 estudiantes universitarios venezolanos de materias relacionadas con la ecología, el medio ambiente y con la producción animal. También organiza un máster sobre «Biodiversidad en los trópicos», en colaboración con la Fundación Carolina y el Gobierno español, dirigido a estudiantes de toda Latinoamérica y orientado al conocimiento del sistema de producción ganadera sostenible de la finca, y promueve programas de reintroducción de especies en peligro de extinción. Asimismo el hato El Frío financia una escuela para las familias de los trabajadores y las de los caseríos vecinos, que se ocupa de la formación, la salud y la nutrición de los niños y los sensibiliza hacia la conservación de la naturaleza.
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