Fuertes nevadas en Moscú baten el récord de casi medio siglo.
Imagen: Agencia RIA Novosti |
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En la capital rusa ha nevado desde el viernes pasado de una manera ininterrumpida. La capa de nieve que cubre la ciudad alcanza al menos 63 centímetros de nieve. Éstas son las mayores nevadas desde 1966.
A diferencia de la situación en la capital estadounidense, Washington, donde hace unos días las fuertes nevadas produjeron el “Nevadagedón” (como lo calificó el presidente Barack Obama), Moscú, que recibió en 24 horas una cantidad de nieve dos veces mayor, sigue sin graves problemas de tráfico, aunque la lucha con el elemento desencadenado requiere muchos esfuerzos.
La capa de nieve, los montones de nieve y las heladas dificultan el desplazamiento tanto de personas como de los automóviles. En las calles de la ciudad, la velocidad de los vehículos es bastante lenta en distintos trayectos, el tráfico está siendo obstaculizado por la mala situación. Las autoridades capitalinas advertieron a los propietarios que se abstengan de usar sus vehículos por la dificultad de conducir y circular y el peligro de posibles accidentes, y preferir estos días el transporte público. Esta medida junto con el trabajo de los servicios comunales ayudó a mantener la mayoría de las calles transitables, a pesar de que Moscú es conocida debido a sus atascos.
Los servicios urbanísticos cumplen bien con la tarea casi titánica de quitar la nieve. La ciudad está preparada para este tipo de eventualidades. Se han retirado ya de las calles de Moscú, cerca de 400.000 metros cúbicos de nieve sólo durante este fin de semana. Además se han dispuesto unos 17.000 barrenderos y 8.000 camiones volquetes, que recorren las calles no menos de 5 veces en 24 horas.
Más de 5.000 personas están trabajando con turnos de doce horas, dedicándose a quitar la nieve para despejar el acceso a las estaciones del metro y las aceras. De momento, aprovechando con que la nevada está empezando a bajar, los empleados de los servicios comunitarios se ponen a quitar la nieve de los techos, lo que está completamente prohibido durante condiciones más difíciles como las ventiscas.
A pesar de estas fuertes nevadas, el transporte aéreo y ferroviario en la zona de la capital rusa, sigue funcionando con normalidad. Los vuelos están saliendo y aterrizando sin demora.
Para muchos ciudadanos de Moscú las nevadas significan una verdadera fiesta del invierno. En los parques de la ciudad, donde se acumula la mayor cantidad de precipitaciones, los aficionados practican esquí de fondo, los pequeños descienden de las montañas en trineo o simplemente en trozos de cartón e improvisan batallas con bolas de nieve.
Los meteorólogos pronostican que la nevada concluirá hoy, en unas pocas horas más. Es una buena noticia porque en Rusia se celebra mañana, el 23 de febrero, el 'Día del Defensor de la Patria', y si este día no nieva excesivamente, todo el mundo podrá salir y conmemorar esta fecha.
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