Barack Obama pierde a los jóvenes que lo llevaron a la Casa Blanca
Su apoyo ha caído del 62% al 54% por un sector con una tasa alta de paro que no ve los resultados prometidos
El «Sí, se puede» de Barack Obama sacudió la apatía de los jóvenes durante la campaña presidencial del 2009. Un millón de voluntarios salió a las calles a movilizar a los perezosos y convencer a los indecisos. Los que tenían entre 18 y 29 años de edad votaron por el demócrata en cifras récord, pero un año después, el partido del cambio les ha perdido.
Así lo revela una encuesta del Pew Research Center que pone cifras al desencanto. Aquel récord del 62% de los jóvenes que votaron a los demócratas ha caído al 54%. En ese río revuelto está pescando la oposición, ya que el 30% que obtuvo el Partido Republicano ha subido hasta el 40%. Un dato en el que los analistas políticos ven un aviso sobre la volatilidad del grupo
«Si no respondes rápidamente a sus necesidades, sus sueños y sus esperanzas, se van», concluyó el antiguo estratega de George W. Bush Matthew Dowd en The Huffington Post .
No es que Obama ya no les caiga bien, de hecho la mayoría confiesan tener simpatía por el primer presidente negro, pero no ven los resultados prometidos, ni siquiera en los temas a los que el Gobierno ha dado prioridad, como la recuperación económica o la reforma sanitaria. El 37% de estos jóvenes están en paro, la cifra más alta en tres décadas. Y casi el 40% se han reenganchado en la universidad, un récord histórico que explica por qué uno de cada ocho mayores de 22 años se ha atrincherado en casa de sus padres para bandear la recesión.
Para colmo, este segmento que también es cantera de las Fuerzas Armadas es el más critico con la guerra de Afganistán, un conflicto que ha batido la marca de los mil muertos. Obama, receptor del Nobel de la Paz y canalizador del sentimiento antibélico que desató la guerra de Irak, ha triplicado el número de fuerzas destacadas en ese país, escalada que desaprueba el 50% de los jóvenes.
Un tercio de los estadounidenses caídos en estos ocho años de guerra se han producido bajo el mandato de este presidente.
Los conservadores han aprendido del fenómeno Obama para capturar la savia fresca y ahora también llegan a ella a través de Internet, Twitter, Facebook y otras redes sociales con las que esperan canalizar el desencanto para recuperar el Congreso.
Hoy tendrá lugar en la Casa Blanca la cumbre de salud con una treintena de líderes demócratas y republicanos. Los líderes republicanos del Congreso ya dejaron entrever ayer su oposición al nuevo plan de Obama. Algunos observadores han puesto en duda que, más allá de una sesión de fotos, la cumbre televisiva de seis horas pueda arrojar luz a las pugnas partidistas en torno a la reforma de salud.
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