El terrorismo desafía con un ataque en Bogotá al nuevo Gobierno colombiano

Un coche bomba explota en el centro de la capital y causa una decena de heridos

MAYE PRIMERA - Cartagena de Indias - 13/08/2010

La explosión destroza varias plantas del edificio de Caracol Radio

Once personas sufrieron heridas y, en un perímetro de 100 metros a la redonda, los cristales de todos los edificios estallaron. Las dos primeras plantas de la sede de la cadena quedaron destruidas.

Augusto Delkáder, consejero delegado de Unión Radio, del grupo PRISA, propietario de Caracol Radio, se mantuvo ayer en contacto con los responsables de la cadena colombiana, a los que testimonió su apoyo y dio garantías de que la independencia de la misma no se verá afectada por el chantaje de la violencia.

A lo largo del día condenaron el atentado, entre otros, los Gobiernos de Brasil, Argentina, Venezuela, México y Paraguay. El Departamento de Estado de EE UU deploró "el uso de la violencia para fines políticos, lo que incluye la intimidación de los medios". Condenas similares llegaron desde Reporteros sin Fronteras, la Sociedad Interamericana de Prensa, la OEA y Unasur.

Los vídeos de cuatro cámaras de seguridad muestran cómo una nube de polvo envuelve la planta baja de Caracol Radio, mientras testigos dicen haber sentido el estruendo de un terremoto. El coche empleado fue un Chevrolet Swift de 1994 gris y, al parecer, la carga explosiva fue activada por teléfono móvil. La explosión ocurrió en el sector financiero de Bogotá, al norte de la ciudad, donde, además de la emisora y la agencia, están las oficinas del ex presidente colombiano César Gaviria y del consulado de Ecuador.

La policía apunta a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), porque es el mismo tipo de explosivo que la guerrilla utilizó en el ataque al club El Nogal en 2003, que causó 36 muertos. La otra hipótesis que manejan las autoridades indica que detrás del atentado podrían estar grupos extremistas que rechazan el eventual inicio de un diálogo entre el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y grupos guerrilleros.

A diferencia de su antecesor, que negó cualquier posibilidad de negociación con grupos terroristas, Santos planteó la alternativa del diálogo con los terroristas en su discurso de posesión. "Quiero reiterar: la puerta del diálogo no está cerrada con llave. Aspiro, durante mi Gobierno, a sembrar las bases de una verdadera reconciliación entre los colombianos", fue el mensaje que envió el presidente a guerrilleros, narcotraficantes y paramilitares, a los que, mientras tanto, prometió combatir "sin tregua ni cuartel".

El atentado ha ocurrido cinco días después de la toma de posesión de Santos. "Como todo acto terrorista, lo que quieren es perturbar, generar miedo en la población. No lo van a lograr, todo lo contrario. Nos recuerda que no podemos bajar la guardia, el país debe estar tranquilo", dijo el presidente.

Además del terror, ha escrito el ex candidato izquierdista Gustavo Petro en su cuenta de Twitter, la intención de quienes colocaron la bomba es obligar al Gobierno a ser tan duro como lo fue el de Álvaro Uribe en materia de seguridad. "Me atrevo a afirmar que la bomba tiene un claro objetivo, llevar al actual Gobierno a la postura del anterior", ha afirmado Petro, aludiendo a la política de Seguridad Democrática aplicada por Uribe

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